Anthemios e Isidoros

Anthemios e Isidoros vivieron en la primera mitad del siglo seis. Anthemios fue llevado en la ciudad antigua de Tralles en Asia Menor (en el área abarcada por la Turquía de hoy) y estudio probablemente en Alexandría, hablaba Griego. Un científico y teórico experimental, fácilmente asumió el dominio de los aspectos técnicos de arquitectura. Aunque fue un artista espléndido, Anthemios ganó la mayoría del reconocimiento por su diseño del Hagia Sophia en el cual él trabajó con Isidoros. Un arquitecto, ingeniero, y erudito, Isidoros nació en Miletus (en el área abarcada por la Turquía moderna) y recibió probablemente su educación en Constantinopla. Aunque los historiadores a menudo lo consideran el ingeniero de Anthemios, él trabajó probablemente como arquitecto e ingeniero con Anthemios asumiendo el papel del socio mayoritario. Aunque los dos trabajaron probablemente en varios proyectos juntos, su verdadera unión ocurrió con el Hagia Sophia. Algunas autoridades evitan de llamar arquitectos a Anthemios y Isidoros en el sentido tradicional de la palabra, pero su trabajo innovador en el Hagia Sophia los marca como algo más que ingenieros. Tomando prestado conceptos del antiguo imperio, y cristianos, diseñaron y construyeron el monumento principal de la arquitectura Bizantina. Todas las iglesias tradicionales del Bizantino y Eslavo, fueron construidas en los últimos años de los 1400 descienden en cierta forma u otra de su diseño original.

La construcción comenzó en 532 bajo la

dirección de dos arquitectos, Anthemio de Tralles e Isidoro de Aflicto. Cinco años después se

inauguraba la iglesia, en medio de la admiración de todos.

Santa Sofía es uno de los grandes monumentos del arte cristiano y su influencia fue enorme en

el desarrollo del arte medieval. Tiene tres naves y la cubre una inmensa cúpula, cuyo diámetro

es de treinta y un metros, que se apoya en cuatro arcos, asentados, a su vez, en otros tantos

pilares. Completan la techumbre dos semicúpulas, también de grandes dimensiones.

Lo más característico fuera de la cúpula es la decoración. Contribuyeron a su realización

artistas de diversas partes del imperio, cada uno de los cuales aportó las influencias

predominantes en su país de origen; así se recogieron allí las tradiciones ornamentales de Siria,

de Persia y hasta del Egipto. Lo más notable es la suntuosidad de los materiales, En los

revestimientos abundan los mármoles de distintos colores, los pórfidos, los metales preciosos.

Cubren sus superficies lisas magníficos mosaicos y sus capiteles asombran por su fino trabajo.

Todo ello dio origen a un estilo arquitectónico que luego se imitó por todas

partes, porque Santa Sofía fue la más importante construcción religiosa que se realizó por

aquellos siglos en el mundo cristiano.